Personalmente tengo muchos motivos por lo que trabajar por cuenta propia. Luego te los contaré. Ahora me gustaría empezar por otra pregunta. Quiero que la leas y la contestes para ti. Da igual lo que tardes en hacerlo, respóndete.
¿Por qué no sería bueno trabajar para mi mismo/a?
Quiero que hagas este balance porque tanto si te lo estás planteando como si ya has dado el paso, te surgirán dudas.
Dar el paso de emprender es difícil. Miento. Lo difícil es planteártelo y tomar la decisión. El resto funciona por inercia, suponiendo que la decisión la has tomado de forma consciente y con determinación.
Somos diferentes y por eso creo que hay personas que son más felices trabajando por cuenta ajena que trabajando en una empresa propia. Ahora bien, creo que algunas de ellas si se lo plantearan, podrían ser iguales de felices o más.
La cuestión es que normalmente, uno se plantea emprender en un momento de crisis, ya sea porque está desempleado o porque su trabajo o profesión actual no le llena.
Cuando tomas la decisión desde este punto, corres el riesgo de auto-engañarte. Puede que quieras emprender porque no te gusta lo que tienes ahora, pero en realidad lo que te gustaría es que te contratasen en una buena empresa o que se acabasen tus problemas actuales. Emprender como medida de urgencia puede llevarte a iniciar un proyecto empresarial, o varios, de forma fallida.
Esto no significa que de un momento de crisis no puedan salir grandes empresas. Al contrario, considero que de estos momentos, nacen las mejores ideas, proyectos, oportunidades y empresas. La clave es analizar si eso es lo que realmente quieres y tomar la decisión con determinación y compromiso.
Por otro lado, también hay valientes que están muy a gusto con su situación actual, pero tienen muy claro que quieren trabajar e invertir en ellos mismos. Por suerte, cada vez hay más gente que tiene claro cómo quiere hacer las cosas y qué legado quiere dejar en este mundo.
Yo no soy de esta pasta, para que te voy a engañar… Yo parto de una época de crisis, en la que me auto-engañé pensado que quería emprender, cuando en realidad quería trabajar en empresas muy diferentes a las que había trabajado antes. Empresas con ética, que respetasen los valores que predicaban y con una política de gestión de personal moderna, respetuosa y eficaz. Esto no puedo ser y volví a pasar por otra situación de crisis. De ésta última, y tras un proceso de cambio personal importante, surge mi empresa actual. Esta vez, teniendo plena consciencia de lo que quería hacer.
Y ahora sí te voy a contar porqué sería bueno trabajar para ti mismo, desde mi experiencia.
Lo mejor de todo es la libertad.
Cuando empecé, ni siquiera me lo planteaba como objetivo, pero es increíble la libertad que he ganado y lo bien que me hace sentir. Ahora sólo sé que mi objetivo prioritario es seguir manteniendo esa libertad mientras me dedico a lo que me apasiona.
No estoy nada de acuerdo con la vieja creencia que tenemos instaurada en la sociedad, sobre que el autónomo no descansa nunca, no tiene vacaciones, no puede ponerse enfermo… Seguramente si lo piensas y te lo crees, será cierto, pero es tu responsabilidad hacer las cosas de forma diferente para convertir esa idea limitadora en algo que te potencie.
Es muy curioso como todos los clientes empresarios que he tenido hasta la fecha se creían este dicho popular. Estaban tan acostumbrados a decir que estaban muy ocupados, que se lo creían. Después, cuando analizábamos sus rutinas diarias, no era cierto que trabajasen tantas horas, simplemente habían asumido que debían tener ese rol.
Esta zona de confort puede ser muy jodida, pero tiene beneficios a corto plazo que son muy atractivos. Siempre tienes la excusa perfecta para no asumir nuevos compromisos personales, tanto contigo mismo como con los demás. Es perfecto porque como todo el mundo sabe que nunca tienes tiempo… siempre harás lo que te apetece y los demás lo tendrán que aceptar. El contra de esta súper ventaja es que te estás cargando tus relaciones y tu crecimiento personal.
Si uno está continuamente diciéndose cosas del tipo no tengo tiempo, estoy muy ocupado, etc., se lo terminará creyendo.
Las soluciones que te propongo para salir de aquí son:
· Acabar con el papel de víctima.
· Aprender a gestionar el tiempo.
· Mejorar la productividad en contra del “presentismo” laboral.
· Aprender a delegar o planificar (en el caso de que no tengas equipo).
· Aumentar la inteligencia emocional.
Puede ser un proceso más o menos lento, dependiendo de tu compromiso, pero está claro que si decides emprenderlo, tu vida no volverá a ser la misma.
¿Tiene algún sentido tener una empresa para ganar dinero y no poder disfrutarlo?
¡Bienvenido/a a la libertad!
Si estás empezando justo ahora, te recomiendo que pongas límites desde ya. Así será mucho más fácil. Según la época y tu sector, puede que tengas que trabajar más horas, o que no puedas librar en varias semanas. No pasa nada.
El sacrificio forma parte de tener una empresa y de cualquier cosa importante que realmente valga la pena. Lo que no puedes permitir es que esa tónica se convierta en rutina.
Hay mil maneras diferentes de conseguir esa libertad siendo autónomo. Cada uno tendrá que explorar con cual se siente más cómodo.
El segundo gran beneficio es la capacidad de control.
Antes, las empresas para las que trabajaban controlaban mis horarios, mis ingresos, mis tareas, y a veces, mi vida privada. Algunas cosas son lógicas pero otras no.
Ahora yo controlo vi vida personal y profesional. Trabajo acorde a mis valores y sólo hago cosas que me apasionan. Ahora trabajo por un precio que considero justo, donde se valora mi tiempo, mis conocimientos, mis habilidades y mi motivación.
Otra gran ventaja es poder dedicarte a tu pasión.
Puede que trabajes para una empresa, en aquello que te gusta, pero no siempre te gustará la rama, el enfoque, etc. En mi empresa siempre tengo la oportunidad de cambiar lo que no me gusta, porque depende de mí.
Luego por supuesto, entra en juego el dinero.
No tienes que limitarte a un sueldo fijo. Siempre puedes tomar medidas y ejecutar acciones para facturar más y aumentar los ingresos.
Ahora es cuando tienes que contrastar lo que te has respondido en la pregunta que te hice antes y ver qué sensaciones tienes.
Para que tengas el enfoque completo, también te voy a contar los aspectos negativos que he sufrido o sufro como emprendedora. Aunque son un coñazo, no los veo como limitaciones importantes, ya que todo tiene solución en esta vida. Hay cosas que simplemente las asumo y otras para las que busco opciones, buscar el lado positivo o buscar una compensación.
Los inconvenientes coñazos que yo veo son los impuestos y la soledad. Hay gente que incluirá la responsabilidad, pero eso para mí no es un problema. Forma parte del pack y me potencia más que limitarme.
Ante los impuestos, sólo puedo aceptarlos, y en última instancia, hacer visible este problema a quien le compete. Lo que me molesta no es tener que pagarlos, es que me parecen desproporcionados para la situación real del pequeño empresario. Y sobre todo, al compararlos con otros países de la Unión Europea…
Respecto a la soledad, me refiero a que si estás acostumbrado a trabajar en equipo, puede hacerse pesado estar siempre contigo mismo y no tener esos momentos para compartir con los demás. Si tienes trabajadores a tu cargo, es otra cosa.
Para combatir esto, lo que he hecho es tener una relación más directa y estrecha con las personas con las que me debo relacionar para que mi empresa funcione, como pueden ser mis proveedores de servicios. Al fin y al cabo, también son empresarios y nos entendemos muy bien.
También me siento muy cómoda compartiendo mis cuestiones profesionales (y personales) con antiguos clientes satisfechos, compañeros de formaciones y conferencias, o con mi compañera de la oficina contigua a la mía, ya que trabajo en un centro de networking. Con todos ellos disfruto y sigo aprendiendo.
Volviendo al punto del emprendimiento en momentos de crisis, quiero hacer hincapié en el hecho de que al principio puede resultar un buen salvavidas. El autoempleo es tener la capacidad de reinventarte, de crecer. Pero cuanto antes lo sueltes y busques otro medio de vida, mejor.
Seré clara. El autoempleo te limitará y te hará vivir una vida parecida a la de los que siempre dicen que no tienen tiempo. Deja el rol de autónomo y emprendedor que se ha tenido que inventar una opción para tener un trabajo y piensa que realmente eres un empresario.
Sí, eres un empresario/a.
La palabra abruma y puede que te dé hasta vergüenza empezar a decir que lo eres y que tienes una empresa. Los que se encuentran en esta situación (yo también lo hacía), suelen hablar de proyecto.
Tenemos miedo. Al qué dirán, a fracasar, a que piensen que tenemos demasiado ego,… a muchas cosas.
La gente de tu alrededor no suele creerse que tienes una empresa. Puede que piensen que estás jugando, y más si tu negocio se nutre de Internet. Y tú, por miedo, acabas creyéndotelo.
Las primeras veces que empecé a llamar a las cosas por su nombre, noté caras raras. Pero hay que superarlo. A veces puede que pensaran que tenía muchos humos, o quizá no, sólo que ellos también necesitaban asumirlo, como yo.
Cuando tienes que decir que eres empresario ante gente que acabas de conocer, te das cuenta que no estás diciendo nada raro. Ellos no han visto tu cambio. Te están conociendo así y no les extraña. ¿Por qué no? No te mereces menos ni más, sólo te mereces los frutos que siembras y cuidas.
Así que cuando todo empiece a rodar, deja de enfocar tu negocio como autoempleo y empieza a gestionar y liderar la empresa que tanto te mereces. Notarás la diferencia.
Si eres un empresario satisfecho, me gustaría saber qué beneficios encuentras tú y cuáles son los principales inconvenientes. ¿Volverías a trabajar para otros?
Cuéntamelo todo en los comentarios.
Espero que este post te haya resultado de gran ayuda.
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Un abrazo y muchas gracias por estar aquí,
Ana
MANUEL GARCIA LOBATO dice
Excelente Ana. Me ha encantado la completa redacción de este articulo y de todos los que tienes publicados.Te felicito enormemente. Me encanta mucho tu estilo y si me lo permites, me gustaría seguirte.
Un abrazo.
Ana Tovar dice
Hola Manuel,
muchas gracias y me alegro mucho que te guste lo que he publicado hasta ahora. Será un placer tenerte por aquí.
Un saludo.
Inmaculada dice
Muy buen articulo que ayuda a la reflexión y a eliminar algunos de los miedos con los que nos encontramos. Hablar de » salvavidas» es un término muy acertado. ¿ Cuántos de nosotros estamos cansados del empleo que tenemos y queremos salir pero no sabemos cómo?.
Los miedos son el mayor límite a la hora de empreder, de salir de esa zona de confort de la que tanto se habla ahora.
Siempre he soñado con que podría ser mi propia jefa, desarrollarme profesionalmente como en realidad yo quiero, coherente a mis valores y compromisos.
Me ha parecido curioso y no me lo había cuestionado nunca, como hace referencia el artículo al trabajo en equipo como otro concepto totalmente diferente al que siempre entendemos. Estoy acostumbrada a asociarlo con aquel que realizas con compañeros/as de tú misma profesión, pero me ha ayudado a comprender que trabajar en equipo por tú propio negocio también puede ser muy gratificante. .¡ Qué interesante! Tener como compañero a un informático que me ayuda con la web, o a la persona que te lleva las cuentas,etc., creo que es un valor añadido al aprendizaje y el compartir conocimientos.
Ánimo a todas las personas que están pensando en emprender, y qué no saben por dónde empezar. Tal vez encuentren las respuestas en éste blog…
SUERTE!
Ana Tovar dice
Gracias Inmaculada. Me encanta que te haya aportado nuevos puntos de vista y que animes a la gente que quiere y no se atreve 😉. Identificar tu propio equipo a mi me resulta clave para perseverar. Me encanta compartir mi trabajo con otros y que se sientan participe de los logros y pedir ayuda cuando lo necesito. Y encima recientemente he contratado los servicios de varios consultores de marketing y de Javier, un asistente virtual que me facilita la vida. La familia crece!! Te doy las gracias otra vez por tu entusiasmo y apoyo. Te deseo lo mejor.
Cristina Piriz dice
Hola Ana,
Felicidades por tu post, me veo muy identificada como nueva emprendedora 🙂
Para mi lo más importante es la libertad, como bien comentas, y también poder hacer uso de mis talentos, explotarlos y exprimirlos, sacarles el jugo y crecer. Eso en un empleo es casi imposible porque hay muy poco margen para hacer algo «extra» al margen de las tareas que ya tienes.
Un gran abrazo,
Cristina
Ana Tovar dice
Hola Cristina,
Me encanta que te hayas sentido identifica y que tú también hayas escogido este camino y puedas disfrutar de mayor libertad.
Otro abrazo para ti!
Celia dice
Un gran artículo. Creo que todos tenemos la obligación de trabajar en aquello que nos guste, aunque sea por la simple ambición de ser más felices.
Muchas gracias.
Ana Tovar dice
Gracias Celia! Tu y yo vamos en la misma dirección… Go!
Javier dice
Buenas días Ana me ha gustado mucho tu artículo. Yo estoy en el camino de emprender y era justo lo que necesitaba leer hoy. Muchas gracias!
Ana Tovar dice
Hola Javier,
Me alegro muchísimo de que me haya cruzado en tu vida justo hoy, y encima con uno de mis posts más antiguos.
Espero que tengas mucha actitud, pasión y perseverancia para este camino que has elegido.
Un abrazo!
Oliva Montilva dice
Hola Ana de verdad me dejas convencida, quiero emprender a raíz de la crisis que esta pasando mi país Venezuela , soy educadora pero creo que me estoy desgastando como empleada , he pensado en varias cosas pero me desanimo, me gustaría su consejo, gracias , felicitaciones.🙋
Ana Tovar dice
Hola Oliva! Qué alegría que me leas desde Venezuela!
Me puedo llegar a imaginar tu situación laboral y entiendo que necesites un cambio.
Emprender es una decisión muy personal y que hay que meditar muy bien. Lo que a uno no le gusta o le gusta de ser su propio jefe, no tiene porqué ser lo mismo que a otro.
Lo que sí te diría es que indagues un poco más en ti. Tienes que saber si quieres emprender porque no te gusta tu situación actual o porque realmente crees que tu proyecto te apasionaría. No se trata de dejar algo que no funciona para meterte en otra historia que tampoco te haga feliz del todo.
Una vez tengas esto claro, todo es cuestión de saber fijarse objetivos, tener una actitud positiva, ser perseverante y ofrecer lo mejor de ti.
Espero ayudarte.